Análisis de Assassin’s Creed: La Hermandad

Assassin’s Creed se ha convertido en uno de los videojuegos más exitosos en estos últimos años para Playstation 3, Xbox 360 y PC. Con esta tercera entrega Assassin’s Creed: La Hermandad se pone de manifiesto la gran evolución de este último título.

En Assassin’s Creed: La Hermandad se narra la historia de dos organizaciones secretas enfrentadas desde hace siglos: los asesinos y los templarios, donde luchan en las sombras para hacerse con el dominio del mundo. En esta entrega nos convertiremos de nuevo en Desmond Miles (el protagonista de Assassin’s Creed II), que guiará los pasos de Ezio y viajaremos a épocas pasadas para ayudar a los asesinos a acabar con las malvadas intenciones de los templarios.

La época elegida en Assassin’s Creed: La Hermandad es el año 1500, en la ciudad de Roma, donde nuestras misiones comienzan justo donde las dejamos en Assassin’s Creed II, cuando el asesino italiano logra escapar en el conflicto con los Borgia. Por desgracia, Ezio descubrirla que no acabar con la vida del asesino será un grave error para toda la humanidad.

Los gráficos de Assassin’s Creed: La Hermandad son realmente impresionantes, con unos niveles de detalles que asombrarán a todos los jugadores, y unos efectos gráficos espectaculares. Sobre la jugabiliad, sigue siendo igual de buena que en anteriores versiones, con unos tutoriales incluidos en el juego que te enseñarán a moverte y a pelear como un auténtico asesino. Además, en la ciudad de Roma encontrarás cientos de misiones secundarias para sumergirte de lleno en el siglo XVI.

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